domingo, 17 de diciembre de 2006

EL HACHA









La nobleza, la generosidad, la gratitud,
se recompensa muchas veces de esta manera.

El hacha no tenía astil
y el árbol se la cedió,
pero el árbol no sabía
del hacha su condición,
y en un gesto generoso
su madera le ofreció.

"Toma de mí lo que gustes"
- el árbol le aconsejó -
y de sus miembros más nobles
el hacha se aprovechó:
ya era un todo su poder
y de orgullo se llenó.

El hacha se sintió fuerte
en manos del leñador
y para probar su fuerza
al noble árbol taló,
dando golpes sin piedad
sin la menor compasión.

Sintió sangrar su cintura
en su mejor esplendor,
y al ver al hacha homicida,
el árbol se estremeció.

¡Probaba el hacha su fuerza
en quien pujanza le dio!

Los lenguajes de las aves
condenaron la traición,
viendo que vertía el árbol
la savia de su dolor
y perdían los ramajes
que su aposento les dio.

El sol, vida de aquel árbol,
con la lluvia dialogó.
¡Sobre el móvil que trataron
tan sólo lo sabe Dios
¡
Y así, con la ingratitud,
su fiereza respondió,
fría como el duro acero,
con el mayor desamor.

Más o menos como el hacha
empleamos la razón,
y con heridas pagamos
a veces un noble amor.

La nobleza tiene un precio. . .
y su importe: ¡la traición!

.oOo.

Madrid 20 Marzo 1993

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M.CORNEJO GONZÁLEZ

M.CORNEJO GONZÁLEZ

ALGO DE MÍ

Soy aficionado a la poesía.¿Los años?, ni me acuerdo ni me interesan. Nací en un pueblo de la provincia de Sevilla (Herrera) y vivo en Madrid. Soy casado y tengo dos hijos y una hija, y después de mi jubilación escribo estos poemas para distraerme. Mi blogger para que me mandéis un mensaje es: http://herrerasevilla.blogspot.com Gracias.